¿Duelen los tatuajes electrónicos?
Seguro que cuando escuchas la palabra tatuaje te vienen a la memoria decenas de agujas clavándose en tu piel. Es el tatuaje tradicional, utilizado desde tiempos remotos, una técnica dolorosa cuya intensidad varÃa dependiendo de la zona del cuerpo a tatuar y el diseño del dibujo a reproducir. Y es que, según las personas que se tatúan, la técnica produce una mezcla de quemazón, molestia y dolor que se intensifica en las zonas del cuerpo donde apenas existe grasa, como tobillos, pies, manos, codos, costillas y cuello.
De hecho la aguja de tatuar, fabricada en acero inoxidable, realiza pequeñÃsimos orificios en la piel de forma sucesiva, como si fuera una máquina de coser que perfora una tela. Pero en este caso, perfora la piel, depositando en vez de hilo, la tinta.
Sin embargo, el tatuaje sobre el que te vamos a hablar en este post es totalmente indoloro. Nos referimos al tatuaje electrónico, una nueva técnica con fines médicos y deportivos que está irrumpiendo con fuerza en todas partes del mundo y del que se estudian nuevas aplicaciones.
Cómodo e indoloro
A diferencia del tatuaje tradicional, el tatuaje electrónico no produce ningún tipo de dolor puesto que no se sirve de agujas para introducir la tinta en la dermis. Muy al contrario, el tatuaje electrónico no se aplica dentro de la piel, sino sobre la piel, utilizando en vez de tinta vegetal una tinta electroconductora que queda adherida mediante parches.
Esta forma de uso hace que el tatuaje electrónico no sea doloroso sólo en su aplicación, sino también durante su funcionamiento posterior, puesto que el mecanismo queda adherido al cuerpo como si se tratara de una calcomanÃa. Además, gracias a su flexibilidad, es muy cómodo para deportistas, pues se adapta a cualquier movimiento y posición sin producir molestia alguna.
Qué es el tatuaje electrónico
El tatuaje electrónico consiste en un dispositivo electrónico que está repleto de sensores conectados entre sà por medio de cables de silicio. Se complementa con un microcontrolador y unos microleds luminosos que lo dotan de una apariencia de circuito electrónico.
Recibe el nombre de tatuaje por la forma en que se aplica. El dispositivo, tan fino como una hoja de papel, se adhiere a la piel humedeciendo con agua la zona en la que se va a aplicar, igual que las calcomanÃas que nos ponÃamos cuando éramos pequeños. Este dispositivo se presenta dentro de un plástico, por lo que para aplicarlo hay que retirar dicho plástico y disfrutar de las posibilidades que ofrece.
Las células fotoeléctricas del tatuaje electrónico son efectivas en la piel durante dos semanas, momento en el que el dispositivo debe retirarse para evitar posibles problemas cutáneos.
Múltiples aplicaciones
Es debido a la rápida conexión de estas células fotoeléctricas con el organismo, lo que permite que el tatuaje electrónico arroje información sobre el funcionamiento del cuerpo humano en tiempo real.
Las aplicaciones, por lo tanto, son muchas en el mundo de la medicina y del deporte, pero también en otros sectores. AsÃ, el tatuaje electrónico permite conocer al que lo lleva adherido a su piel cuál es su temperatura, qué pulsaciones tiene en un momento dado, su grado de hidratación de la piel, el estado de sus músculos y un largo etcétera.
Es por ello que el tatutaje electrónico se convierte también en un excelente compañero de deportistas, puesto que sirve de herramienta para mejorar su rendimiento al poder controlar las pulsaciones, permitiendo saber en qué momento debe parar, intensificar el ejercicio o abandonarlo definitivamente. Por otra parte, funciona como una excelente alarma para evitar accidentes cardiovasculares, los más usuales durante la práctica deportiva.
El invento, no obstante, ha abierto la puerta al estudio de nuevas aplicaciones. Una de ellas guarda relación con el mundo de los videojuegos. Gracias a sus sensores, podrÃa servir para interactuar mediante el reconocimiento de gestos, impulsos del cerebro y músculos del cuerpo.